Carlos Manzo: no fue un crimen político simple. Fue un mensaje. La pregunta es: ¿para quién?

El 1 de noviembre mataron a Carlos Manzo en Michoacán.
Lo balacearon. Lo silenciaron.
Pero el ruido que dejó es más fuerte que su muerte.
Muchos medios lo cuentan como “otro asesinato en México”.
Aquí no vamos a hacer eso.
Aquí vamos a hablar claro.
Carlos Manzo no se volvió tema por quién era, sino por lo que representaba
Representaba algo que casi nadie se atreve a nombrar:
La posibilidad de una fuerza política fuera de los mismos de siempre.
No era parte del PRI.
No era del PAN.
No era títere de Morena.
Y ahí es donde la historia se pone seria.
Porque cuando aparece alguien que puede romper el tablero, el tablero responde.
¿Fue Morena? Honestamente, no tiene sentido
Si Morena hubiera mandado a matar a Manzo:
- Se incendian redes
- Se prende la calle
- La Generación Z se organiza
- Se fortalece la revocación
- Y Morena se clava su propio cuchillo
No son tontos.
Si algo entienden los gobiernos es costo político.
Este movimiento le perjudica al gobierno en turno.
No le beneficia.
Entonces, si no fue Morena…
¿Fue el PRI o el PAN? Aquí empieza lo incómodo
PRI y PAN no quieren ganar limpiamente.
Quieren recuperar control.
Y para recuperar control cuando no tienes voto, usas:
- Medios
- Narrativas
- Desinformación
- Y miedo
Porque lo que realmente está en juego no es una silla en Palacio Nacional:
Es el monopolio del poder.
Si el poder siempre rota entre los mismos tres colores, el pueblo nunca elige nada. Solo cambia la marca.
Y eso Carlos Manzo lo estaba rompiendo.
La Generación Z tiene razón en estar enojada
No le creen al gobierno.
Pero tampoco le creen al PRI, PAN, PRD, MC, nada.
Por primera vez en décadas:
La gente no está defendiendo partidos. Está defendiendo la idea de futuro.
Eso asusta.
No a Claudia.
No a Morena.
Sino a todos los que viven de la política.
La marcha del 15 de noviembre no es sobre Claudia
La gente cree que es “quitar o no quitar a la presidenta”.
No.
La marcha es sobre esto:
¿Quién decide el rumbo del país: el pueblo o la élite política?
Y aquí está la verdad difícil de tragar:
Si se va Claudia hoy, ¿quién entra?
¿El PRI?
¿El PAN?
¿Los mismos que hundieron al país durante 30 años?
No se trata de cambiar nombres.
Se trata de cambiar la forma en que se toma el poder.
Si para llegar a la política tienes que matar, mentir, comprar y traicionar… ¿entonces qué estamos defendiendo?
Yo lo digo claro:
Si para llegar al poder tengo que mancharme las manos, prefiero quedarme con el pueblo.
Dinero honrado, lo que alcance.
Pero derecho.
Porque la política mexicana está hecha para que solo suba quien se arrodilla ante alguien.
Y esa es la verdadera enfermedad.
México no necesita otro partido. Necesita conciencia.
La pelea real no es en Palacio Nacional.
Es en la cabeza de la gente.
Cuando la gente entiende cómo funciona el poder, deja de ser manipulable.